Tercer libro que leo de Paloma Sánchez-Garnica y ya se ha convertido para mi en una escritora imprescindible. Su forma de contar historias te atrapa desde el principio, te describe a los personajes de forma que les coges cariño, empatizas facilmente con ellos, y en los libros que he leído de ella, siempre describe a una mujer de carácter fuerte, que lucha por lo que es justo.
Ernesto, escritor que busca publicar la novela de su vida, encuentra en un rastro, una caja de latón, con una foto de una pareja y unas cartas. Su curiosidad, le lleva a intentar averiguar, la historia de esa pareja. La foto está hecha en la fuente de una plaza de Móstoles, y hasta allí se va a intentar averiguar que pasó.
Así descubriremos la vida de Mercedes Manrique y Teresa Cifuentes durante la Guerra Civil. Mercedes, que tuvo que huír de Móstoles al comienzo de la guerra junto a su madre, después de que se llevaran a su marido. Teresa Cifuentes, perteneciente a una familia acomodada, con una madre insoportable y que piensa solo en ella misma y en su familia, llegando a cometer una verdadera atrocidad junto a su marido, para salvar a su hijo. Se cometen barbaridades desde los dos bandos, la autora en esto es objetiva, no valora ni un bando ni otro como mejor o peor.
Recrea a la perfección el Madrid de aquellos años, se te ponen los pelos de punta, a ratos te emocionas, otros sientes la indignación de tantas injusticias cometidas, de tantas muertes inocentes. Pero vemos también como en los dos bandos hay personas buenas que intentaran ayudar a los demás.
Y Teresa es una de ellas.
Iremos al pasado y al presente continuamente, Ernesto está cada vez más intrigado con la historia, cada cosa que averigua le lleva a otra incognita. Hay gente que no quiere hablar, que secreto esconden? Llega a obsesionarse hasta descubrir toda la verdad. Un descubrimiento llevará a otro, de forma que es dificil dejar de leer.
Este libro es un imprescindible para mi. No sé como no lo he leído antes, me quedan aún dos libros por leer de la autora y estoy deseando hacerlo.Seguro que no me decepcionan.
Las tres heridas, la de la muerte, la de la vida, la del amor.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.